Experiencia de una Madrileña enamorada de Londres by Idoia
¿Qué decir? En primer lugar, me gustaría agradecerle a Ainara toda la ayuda que me ha prestado desde principios de año hasta la fecha para poder hacer mi sueño realidad. Me llamo Idoia, tengo 22 años y soy una madrileña que, desde que tiene uso de razón, siempre ha querido vivir en Londres. De hecho, también he tenido la oportunidad, gracias a mis padres, de vivir en Nueva York durante un tiempo, la cual es mi segunda ciudad favorita después de la primera ya mencionada, y el poder hacerlo ahora en Londres es, sin duda alguna, una experiencia que no olvidaré nunca. Eso sí, esta no es mi primera vez en la ciudad, sino la tercera y espero que la definitiva, ya que las dos veces anteriores había venido con mis padres por vacaciones o puramente ocio. Se que no se puede decir “para siempre”, pero espero que, a pesar del Brexit y de todo lo que pueda venir en un futuro, pueda quedarme aquí durante mucho tiempo, ya que no podría estar más a gusto.
Si no recuerdo mal, empecé a hablar con Ainara en abril. Estaba realizando mi trabajo de fin de carrera para graduarme en julio cuando decidí dar el gran paso. Después de años ahorrando y meditándolo empecé a buscar páginas para poder ir a Londres por mi cuenta–tanto a vivir como a trabajar–nada más acabar con el grado universitario. Decir que, ante todo, y al contrario de lo que le pueda ocurrir a otras personas, yo he venido a esta magnífica ciudad porque he querido y no por obligación. En efecto, hay que trabajar para poder sobrevivir, y eso es algo que hubiese sido un poco complicado en España debido a mi profesión (he estudiado audiovisuales en inglés), así que algo de “obligación” hay detrás, pero para mi eso es algo un poco más “secundario”, ya que mi principal objetivo era vivir en Londres desde que era pequeña por pura pasión. Así que… Poder decir que estoy cumpliendo uno de mis mayores sueños (si no es el que más) es algo que me produce mucha emoción. A muchos les parecerá raro, pues ya he recibido respuestas en plan: “¿Por qué no te esfuerzas por encontrar algo de lo tuyo en España?” “¿Realmente estás despreciando el lugar donde naciste y creciste?” “¿Cómo te puede gustar aquello más que Madrid?”.
-Al contrario de lo que le pueda ocurrir a otras personas,
yo he venido a esta magnífica ciudad porque he querido y no por obligación-
Definitivamente, NO desprecio España. En absoluto. Nada más lejos de la realidad. Adoro mi país y sobre todo Madrid. ¿Lo echo de menos? ¡Por supuesto! ¿Echo de menos la comida, el tiempo, a la familia y a los amigos? ¡Por supuesto! Muchísimo. No os podéis imaginar cuanto. Aunque parezca mentira, cuesta mucho dar el paso y despedirse de todos y de todo los días previos al vuelo. Es más, es una de las cosas más difíciles que he tenido que hacer en mi vida, pero después de haber vivido 22 años es una determinada ciudad, con todo lo que eso conlleva diariamente, sentía que necesitaba un cambio grande. Sin duda alguna, no hubiese venido a Londres de saber que no iba a ser mejor para mi y ahora mismo puedo decir que por fin soy feliz y no me arrepiento en absoluto de la decisión que he tomado. Es más, volvería a hacerlo una y otra vez. E incluso si en un futuro me destinan a Australia o a Estados Unidos también diré que sí. Soy una persona muy activa e independiente a la que le encanta moverse, explorar nuevos lugares y culturas y detesto quedarme en un determinado sitio durante un periodo muy largo de tiempo, ya que la rutina puede conmigo. Así que, una vez más, puedo afirmar que venir a Londres ha sido lo mejor que he hecho en muchos años.
-Al principio, y como les ocurre a muchos, no me fiaba de JustGooo,
pero después Ainara me convenció de todo lo contrario
y no podría estar más encantada de haber contratado sus servicios.-
Como ya he dicho previamente, comencé a hablar con Ainara a principios de año para informarla sobre mi caso. Al principio, y como les ocurre a muchos, no me fiaba de JustGooo, pero después Ainara me convenció de todo lo contrario y no podría estar más encantada de haber contratado sus servicios. Es el mejor dinero que he invertido en muchísimo tiempo, os lo aseguro. Se hizo bastante eterno hasta que llegó el 3 de noviembre, día en el que cogí el avión y que siempre estará marcado en mi agenda como el día en el que mi vida dio un giro de 180º y cambió por completo. Desde que aterricé en Londres, me convertí en una personal totalmente nueva y renovada, pues uno es consciente de que la situación es seria y, aunque hay que trabajar y disfrutar, uno no viene aquí ya de vacaciones para pasar solo un par de días, sino que Londres se convierte en tu ciudad; en mi caso, espero que permanente y no temporal. Teníamos previsto llegar al aeropuerto de Gatwick a las 08:55 am hora española, pero el vuelo se retrasó un poco. Cuando bajé del avión, ya sabía a dónde tenía que dirigirme y lo que hacer para llegar al centro, pues, como he dicho previamente, no era mi primera vez en la ciudad. Da la casualidad que conocí a un chico muy majo llamado Daniel con el que estuve hablando durante todo el trayecto y al que ayudé a llegar al centro, pues tenía bastantes problemas con el inglés. Así que cuando dejamos Gatwick atrás e hicimos todos los “trámites” que hay que hacer cuando uno llega a una nueva ciudad nos dirigimos a coger los trenes hacia el centro. Daniel a King’s Cross y yo a Victoria.
Nuestros caminos se separaron ahí, pero, a día de hoy, seguimos hablando y quedamos de vez en cuando para tomar algo por Londres. Así no estamos ninguno de los dos tan solos. Creedme, hacer vida social en Londres puede llegar a ser algo complicado y no hablemos de tener relaciones con el sexo opuesto. Los ingleses son de trabajar y de irse al pub nada más salir del trabajo, algo que a mi me aburre extremadamente, así que o te vienes con tu pareja/amigo/familiar y un largo etc O, básicamente, cuesta bastante hacer un grupo de amigos con el que salir de excursión y demás. Es verdad que solo llevo aquí tres semanas, pero os puedo asegurar que si conozco a alguien va a ser en el lugar más inesperado. Los compañeros de piso y del trabajo van a su bola, pues aquí todo el mundo es muy independiente, pero yo ya venía mentalizada con el tema de las relaciones sociales. Es más, en mi caso, nunca he necesitado a nadie para hacer las cosas o para ir a determinados sitios, así que, en el fondo, esta ciudad es magnífica para mi, pero no nos engañemos; a todos nos gusta hacer cosas con alguien de vez en cuando.
Bien, después de todo lo dicho anteriormente, cogí el tren hacia Victoria para dirigirme a la agencia y coger las llaves del apartamento junto con la Oyster que Ainara me había dejado reservada. Soy una chica que apenas pesa 46 kilos y llevaba una maleta de 29kg con otro troller de mano y una mochila. Me resultó inhumano mover todo por el metro, pero siempre hay gente muy amable que te presta sus servicios y es algo que siempre diré de Londres. La gente tacha a los ingleses y a los franceses de maleducados, pero yo las veces que he ido a Francia y a Inglaterra siempre me han tratado maravillosamente y me han dado todo lo que tenían e incluso más. Es más, hubo hasta una señora que me acompañó durante un tramo bastante largo llevando una de mis maletas. Después me comentó que seguramente llegaría tarde a su trabajo, pero que prefería ayudarme. Simplemente, increíble. Además, mi llegada coincidió justamente con el fin de semana antes del Remembrance’s Day, días en los que se les rinde homenaje a los veteranos británicos que lucharon en la Primera Guerra Mundial, así que tuve la suerte de que un soldado (guapísimo) que estaba vendiendo poppies allí me ayudó a bajar la maleta de 29kg por el tramo de Victoria, donde justamente no había ascensor en ese momento. En serio, maldita la hora en que no le pedí el teléfono… Jajaja.
Cuando conseguí llegar a la agencia justo pasó lo que me temía. Ainara me había informado de que la mujer de la persona que tenía que darme las cosas se podía poner de parto (desde pequeñita siempre he tenido mal Karma y esto es algo que tenía que pasar sí o sí) y así lo hizo, así que en la agencia solo había dos personas españolas que hacían traslados al aeropuerto y no tenían ni idea de lo que supuestamente tenía que recoger. Me dieron las llaves, pero ni rastro de la Oyster, así que tuve que comprarme yo una (aunque al día siguiente pude recogerla y ahora tengo otra de reserva para algún familiar o amigo que quiera venir en un futuro a visitarme). Cuando llegué a casa me tocó subir dos pisos de escaleras empinadísimas con las maletas. Lo peor fue la de 29kg, pues me dejó sin aliento, pero al final lo conseguí. No había nadie en casa, así que tuve que hacerlo yo todo sola. Así uno también aprende a sacarse las castañas del fuego ;). Después, poco a poco, y a lo largo de los días, fui conociendo a mis compañeros de piso. Algunos mas agradables que otros, por supuesto. Ya hemos tenido las primeras discusiones por el tema de la limpieza y el espacio (yo soy bastante perfeccionista y limpia) y a veces me cuesta admitir que estoy viviendo con gente que no es igual que yo, así que os podéis imaginar los típicos episodios en los que bajas a la cocina y te cambian las cosas de sitio o está toda la pila inundada de agua o de cacharros. Hay veces que pienso: “¡Qué ganas de ganar un sueldo decente para tener mi propia casa!” Pero luego es verdad que te dices a ti mismo que solo estás aquí para dormir y poco más, pues el resto del día lo pasas fuera de casa, así que simplemente hay que tener paciencia, saber que esto es temporal y cuanta más cortesía entre todos mejor. En mi caso, vivo en South Wimbledon y la verdad es que estoy encantada tanto con la casa como con el barrio.
A pesar del cansancio, el mismo día 3 pude llamar al NIN para pedir cita, la cual me dieron para el mismo sábado 5 y me fui a registrar al médico para tener un GP (médico de cabecera). A día de hoy, el NIN ya me ha llegado (te dicen máximo un mes, pero me ha llegado en 2 semanas. Simplemente, os aconsejo que tengáis paciencia porque aquí los trámites van, por lo general, bastante rápido–como todo–, pero se toman su tiempo para hacértelo bien y que no tengas que volver y perder otro día. Algo que, por lo menos a mi, no me pasaba en España). Respecto al GP, todo fabuloso también, pero después de 3 semanas todavía sigo intentando acceder a mi cuenta online, la cual me está dando bastantes problemas para poder pedir futuras citas en el médico. Sin eso, no haces nada, ya que aquí es todo online. Aun así, durante estos días lo solucionaré y no habrá ningún tipo de problema más.
Respecto a la cuenta del banco, también fue todo muy sencillo. El viernes 4 me levanté temprano y fui a Lloyds, ya que, de todos los bancos que había mirado, éste era el que me proporcionaba más tranquilidad y seguridad. Desafortunadamente, la sucursal que hay en Tooting Broadway no aceptaba a más personas, así que ese mismo día me fui a la que hay en Wimbledon y para mi sorpresa me dieron cita para el lunes siguiente. Ese fin de semana me lo tomé de descanso para volver a ver cosas que quería recordar de Londres, el sábado pasé la entrevista del NIN y el lunes ya tenía abierta la cuenta. Vamos, que en menos de una semana y a tiempo record ya tenía absolutamente todos los trámites burocráticos realizados, salvo el registro en el consulado que eso lo haré el próximo mes, pues no tenían citas para este. Pero como podéis ver… Yo tuve muchísima suerte. Sabía que era fácil encontrar trabajo por la época en la que estamos, pero también creía que iba a ser muy difícil poder hacer todos los trámites pronto, ya que hay más gente y todos queremos registrarnos en todos los sitios. Al parecer, no ha sido así. Todo depende de la persona, la soltura con el idioma y, por supuesto, la suerte que tengas. Cada factor influye.
-En menos de una semana y a tiempo récord ya tenía absolutamente
todos los trámites burocráticos realizados-
A partir del lunes empecé a echar curriculums en los sitios que yo quería. He venido a Londres con el propósito de trabajar en el sector audiovisual (cine y televisión), pero por ahora la cosa está un poco complicada y, con todas las personas que he hablado, me han aconsejado que empiece a buscar a partir de febrero justo después de Navidad. Así que básicamente empecé a buscar un trabajo temporal en lugares que me gustaban para poder subsistir hasta que pueda encontrar algo de lo mío. Llevo hablando inglés 18 años, así que el idioma no es un problema. Al principio, es un poco frustrante ver como tu cuenta bancaria baja y el teléfono no suena con ofertas de trabajo, ya que las application forms que has echado siguen estando abiertas y aún no toca hacer entrevistas, pero, a finales de semana, el teléfono empezó a sonar y luego me agobiaba porque me llamaban de un montón de sitios y no sabía cual escoger. Eso sí, por mucho que os guste todo, tenéis que ver que dicho puesto de trabajo se ajusta a vuestras necesidades–principalmente económicas–porque de nada sirve que os encante estar en cierto museo si no os permite pagar el alquiler, entre otras cosas. Ahora en Navidad, la mayoría de los establecimientos hacen contratos part time (es un poco más costoso encontrar que te hagan contratos full time). Aun así, eché CVs el lunes y el martes tuve mi primera entrevista en una tienda de Oxford Street donde venden tes. La manager era majísima y nos caímos bien enseguida. Para mi las entrevistas de trabajo, siempre que las he realizado, no han sido tan “estrictas” como las ponen. Siempre he tenido suerte y me han tocado managers muy amables. Después de la entrevista, que apenas duró 10 minutos, hice un training de 20 para ver cómo me desenvolvía y cuando terminé, la manager me dijo que me llamaría el jueves para decirme si me querían o no. Justo el jueves lo hicieron, pero el contrato no me iba a permitir vivir bien, así que acabé declinando la oferta.
El jueves tuve otra entrevista, cuyo trabajo conseguí, por cierto. La tienda se llama Cool Britannia, es de souvenirs y se encuentra en pleno Piccadilly Circus, así que no podía tener más suerte. Trabajar en pleno centro de Londres no lo puede decir todo el mundo y, aunque muchos no estén de acuerdo conmigo, yo soy de las que piensa que, aunque viva en zona 3, me gusta trabajar en zona 1. Es decir, tener el trabajo y la casa separados, ya que me gusta pasear por sitios distintos todos los días. Justamente, el contrato se adaptaba a mis necesidades, pero lo que más odiaba era los turnos de noche porque después llegaba a las tantas a mi casa y tenía que empalmar con el día siguiente, así que fui a trabajar el viernes en turno de mañana y por la tarde me llamaron de otra oferta. Esta vez era para trabajar en la ¡Beatles Store!. Esta tienda se encuentra en pleno Baker Street, justo al lado del museo de Sherlock Holmes, del cual soy fanática y apliqué para conseguir un puesto, pero que todavía no he recibido respuesta. El sábado tenía turno de tarde para trabajar en Cool Britannia y entrevista en la tienda de los Beatles al medio día, así que cambié mi día libre del domingo por el sábado (algo que no le sentó muy bien a mi jefe) y fui a la tienda de los Beatles a hacer la entrevista. Ese mismo día, me dijeron que tenía el trabajo donde los Beatles con un contrato y un horario que se ajustaba a mis necesidades y me permitía hacer todo tipo de cosas, algo que con Cool Britannia era imposible. Así que como todavía no había firmado con ellos un contrato, cerré el tema con los Beatles y fui posteriormente a Cool Britannia a decirles que lo dejaba. Por supuesto, y como podréis imaginar, no les sentó muy bien que solo trabajara un día, pero, después de tantos años de sucumbir a las necesidades y deseos de otros, decidí ser egoísta por una vez y mirar por mi. Ahora no podría ser más feliz de poder estar trabajando en pleno Baker Street (una de mis calles favoritas de Londres) en una de mis tiendas favoritas. En Cool Britannia trabajé un día, pero no estaba a gusto, algo que no me pasa en la tienda de los Beatles.
-Así que como todavía no había firmado con ellos un contrato,
cerré el tema con los Beatles y fui posteriormente a Cool Britannia a decirles que lo dejaba-
Por supuesto, esto es algo temporal. Por mucho que me guste trabajar en la tienda, yo no he estudiado una carrera para quedarme ahí hasta los 65 años. No sé realmente cuando me iré, si a finales de febrero o después de vacaciones de verano, pero mi objetivo es buscar algo de lo mío el año que viene para meterme como muy tarde a finales o irme de la tienda de los Beatles, hacer otro trabajo temporal en sitios que me encantan, y de los que me han llamado en los últimos días y están muy interesados en mi para futuras ocasiones, lo cual me puedo permitir, y como muy tarde en 2018 (a principios) estar dentro de mi sector, lo cual no es difícil si sabes por dónde moverte. Sin duda alguna, mi tope u objetivo es estar dentro de lo mío (como muy tarde y en caso extremo) a los 25 años y antes de que ocurra lo del Brexit en 2019 para estar asegurada. Por supuesto, intentaré buscarlo antes, pero, mientras tanto, y después de estar tantos años estudiando, me apetece disfrutar un poco de Londres, aunque sea mediante trabajos temporales. Pienso que una persona también debería pasar por ese tipo de experiencias y disfrutar antes de encerrarse en la rutina de lo suyo, por mucho que disfrute con ello.
-Me adapto muy fácilmente y cosas como el tiempo o la comida no son un impedimento, ya que me preparó la mía propia o me abrigo y tan feliz de la vida. –
Así han sido mis tres semanas residiendo en Reino Unido; trabajando y un no parar, pero disfrutando muchísimo de la ciudad en mi tiempo libre. Volviendo a recordar viejos lugares y viendo otros nuevos. Es más, el otro día también conseguí el autógrafo de Brad Pitt en la premiere de Aliados, así que no me puedo quejar. Yo le insisto a mis familiares de que todo está bien porque así es y estoy super feliz. Y, pase lo que pase en el futuro, me da la sensación de que no me voy a querer ir como le ocurre a otras personas. Es verdad que una ciudad como Londres puede llegar a quemar, pero yo vengo de otra ciudad igual de grande, así que para mi no es un cambio brutal. Me adapto muy fácilmente y cosas como el tiempo o la comida no son un impedimento, ya que me preparó la mía propia o me abrigo y tan feliz de la vida. ¿Londres es caro? ¡Por supuesto! Como todas las ciudades, simplemente hay que saber administrarse y saber en qué gastarse el dinero. No está bien despilfarrar en cervezas o en tabaco, entre otras cosas, todos los días, pero tampoco está bien encerrarse en casa sin hacer nada por miedo a arruinarse. Venimos aquí para trabajar, pero también conviene darse un capricho de vez en cuando. Se que en un futuro tendré que plantearme otro tipo de vida si quiero sobrevivir, pero a mi edad reconozco que no necesito más. No puedo comprarme un coche, pero tampoco lo necesito. Al igual que tampoco necesito grandes lujos. Me conformo con muy poco y Londres puede ser genial si sabes por dónde moverte. La mayoría de los lugares como museos, galerías o tours son gratis y no necesitas pagar más de lo justo y necesario si uno no quiere. Una vez más, si eres una persona soltera, independiente o que te conformas con lo justo y te apetece hacer una serie de cosas determinadas, puedes vivir perfectamente en Londres sin problemas e incluso ahorrar. Yo lo estoy haciendo y, tal y como dice Ainara en sus posts del blog, SI es posible. Simplemente, es cuestión de administrarse bien y saber qué hacer y dónde hacerlo en cada momento.
-¿Londres es caro? ¡Por supuesto! Como todas las ciudades, simplemente hay que saber administrarse y saber en qué gastarse el dinero.-
¿Mi consejo? Si queréis venir aquí, dad el paso y hacedlo. La experiencia es algo alucinante y eso nadie os lo puede quitar ni comprar por todo el oro del mundo. Disfrutad de la ciudad con mente abierta y absorbed todo como si fueseis esponjas. Gracias Ainara, yo estoy aquí hoy y espero estarlo durante mucho tiempo más, ya que, por muy dramático que suene, siempre he sentido que pertenecía a esta ciudad y, sin duda alguna, no me equivocaba.
Idoia (Madrid)
Spain
Idoia ¡¡menuda experiencia amiga!! Me ha encantado leerte y me alegra que compartas todas estas emociones y sensaciones con nosotros. Seguro que a más de uno le aclara las ideas y le ayuda a tomar una decisión si venir o no a esta ciudad! Te agradezco tus palabras y me alegra saber que te he sido de ayuda, y sobretodo, nos quedamos in touch a ver si en un futuro podemos conocernos face-to-face 😉 Un besazo